Eduardo Sívori fue gran amigo de mi bisabuelo Vicente Ferrer Demaría, administrador de las Galerías Bon Marché, hoy Galerías Pacífico. Trabó amistad pues era el único que pagaba correctamente el alquiler de su taller, por ser hijo de familia rica y no haber nunca tenido que trabajar salvo de artista. En el Bon Marché se superponían el Museo de Bellas Artes, la Academia de Bellas Artes, el Ateneo (que dirigía mi tatita el poeta Carlos Guido y Spano) y la Colmena Artística, que agrupaba a los recién llegados artistas inmigrantes. Casi todos anarquistas, pero que también debían pagar el alquiler y a eso se deben los retratos de Vicente Ferrer Demaría y de su esposa Rosa Gay, de la mano de Parisi, que fue el presidente de La Colmena artística. La pintura de Sívori está en la familia desde 1905 aproximadamente y el testimonio familiar es que con está pagó Sívori, alquileres impagos de la Academia de Bellas Artes. De lo cual existen documentos que se darán a conocer como Documentos fundacionales del Museo nacional de Bellas Artes. Alfredo Benavidez Bedoya.
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